¿Por què es tan comùn el uso de sal refinada de cocina? Entre otras cosas, debido a la publicidad y precisamente a que la sal natural es poco conocida. Es solo precisamente desde hace unos quince o veinte años a la fecha que se han comenzado a explotar los yacimientos de sal natural y cristalina de las Montañas del Himalaya, de manera que es un alimento relativamente nuevo.
Por otra parte, la publicidad y el marketing nos han hecho asiduos consumidores de la sal de mesa comùn. Es cierto que la sal es esencial para la vida, no se puede vivir sin ella. La sal es necesaria para la regulación de la presiòn arterial y para la síntesis de los alimentos a nivel celular; sin embargo, dada la industrialización que caracteriza a la època actual y dada la cada dìa mas creciente demanda de alimentos por una población mundial en acelerado crecimiento demogràfico, es que la industria alimentaria se ha concentrado en generar procesos de elaboración de alimentos sintèticos y la sal no ha sido excepción de dicha tendencia.
En primer tèrmino podemos decir que la sal de mesa comùn carece de los elementos naturales que requiere el cuerpo humano para su funcionamiento homeostàtico adecuado. Es un veneno que pau.jpg)
latinamente se va acumulando en nuestros tejidos. La sal de mesa comùn està formada en un 97.50 % de cloruro sòdico y en un 2.50 % de elementos quìmicos absorbentes de humedad y yodo. Por otra parte, para su refinación se somete a un proceso de secado con la finalidad de extraerle el agua y para ello es sometida a temperaturas mìnimas de seiscientos cincuenta grados centìgrados. Esto altera la estructura quìmica natural de la sal, lo que en consecuencia a largo plazo se verà reflejado en alteraciones importantes en la salud.
En su origen, la sal de mesa comùn se encuentra en estado natural; lo que la altera y la vuelve peligrosa para la salud humana son los procesos industriales a los que es sometida para su secado, refinación y adiciòn. El proceso para el agregado de yodo y fluor conlleva el sometimiento de la sal a altas temperaturas, amèn de que la incorporación de dichos minerales por sì sola, potencializa la alteración estructural de los cristales de sal, lo que complica enormemente el riesgo a largo plazo para rl organismo de las personas que la consuman. La sal NO deberìa contener ningun mineral agregado para conservar precisamente sus propiedades naturales. Es por ello que si se desea prevenir enfermedades, en especial las relativas a la presiòn arterial y al sistema circulatorio, debe valorarse la opciòn de consumir sal totalmente natural.
A diferencia de la sal de mesa comùn, la Sal natural del Himalaya es la mas pura en todo el planeta, ya que la geografía de su origen la ha mantenido a salvo de la influencia de cualquier toxina o contaminante. A la sal del Himalaya se la conoce como “oro blanco” por ser rica en iones de luz. Los cristales de sal del Himalaya ofrecen todos los elementos naturales que encontramos en el cuerpo humano; los mismos elementos que originalmente se encontraron en el “mar primitivo”.
La sal de mesa refinada ha sido tratada químicamente. Lo que queda tras esa depuración quìmica consecuencia de los procesos de adiciòn y secado a que es sometida no es otra cosa que cloruro sòdico. elemento químico artificial que el organismo suele rechazar por ser una sustancia desconocida que le resulta desconocida.
Estructuralmente, Los cristales de la sal convencional están totalmente aislados unos de otros, en lugar de estar conectados en armonìa como se observa en la sal natural. Inclusive, vistos bajo el microscopio, los cristales de sal natural adoptan formas perfectamente coordinadas, de exquisito trazo y regularidad, lo cual llama la atención desde el punto de vista holìstico, pues es evidente que hasta dentro de sus formas internas la naturaleza es armoniosa en sì, igual que el cuerpo humano, el cual lo ùnico que requiere para mantener ese equilibrio perfecto para el cual fue hecho, es contar con los nutrientes adecuados, en equilibrio y balanceo. La fotografìa siguiente muestra la perfecciòn en la forma de los cristales de èsta sal.
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Como nutriente, la sal convencional no sólo no tiene ningún valor sino que puede llegar a ser un destructivo veneno.
Para que el cuerpo logre metabolizar los cristales de la sal de mesa tiene que sacrificar tremendas cantidades de energía. El cloruro sódico inorgánico desestabiliza el equilibrio de fluidos y satura los sistemas de eliminación, lo que puede afectar a su salud evidentemente ante la incapacidad del organismo de eliminar sus desechos. Esto es lo que suele producir càlculos biliares o renales, pues al verse imposibilitados los riñones para expulsar desechos a travès de la orina ante el desbalanceo en la producción de fluìdos debido a la deshdrataciòn, paulatinamente se forman depòsitos de mineral que a mediano plazo obstruyen los conductos eferentes. Cuando el cuerpo trata de contrarrestar los efectos de la sobredosis de sal a la que suele estar expuesto diariamente, las moléculas de agua rodean al cloruro sódico para descomponerlo en iones de cloruro y sodio para que el cuerpo sea capaz de neutralizarlas, pero para llevar esto a cabo esta labor el cuerpo toma el agua que necesita de las células, por lo que se sacrifica el agua perfectamente estructurada que se encuentra ya almacenada en las células con objeto de neutralizar el cloruro sódico sintético. Evidentemente esto produce una deshidratación en las células e incluso su muerte prematura. En consecuencia, como una cadena que conforma un cìrculo vicioso, pueden sobrevenir daños irreparables a la membrana celular. Y si a eso le agregamos el estrès oxidativo al que diariamente dicha membrana y la cèlula misma se halla expuesta, tenemos todo el ambiente propicio para la aparición de enfermedades degenerativas graves.
